Duazary / Vol. 20, No. 3 – 2023 / 176 - 187
DOI: https://doi.org/10.21676/2389783X.5033
Alba Idaly Muñoz-Sánchez1, Yeimy Lorena Muñoz-Castaño2, Ana Helena Puerto-Guerrero3, Martha Isabel Murcia-Aranguren4
1. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia. Correo: aimunozs@unal.edu.co – https://orcid.org/0000-0002-0504-8316
2. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia. Correo: ylmunozc@unal.edu.co – https://orcid.org/0000-0001-7116-1360
3. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia. Correo: ahpuertog@unal.edu.co – https://orcid.org/000-0002-2993-0645
4. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia. Correo: mimurciaa@unal.edu.co - https://orcid.org/0000-0002-4341-4786
Para citar este artículo: Muñoz-Sánchez AI, Muñoz-Castaño YL, Puerto-Guerrero AH, Murcia-Aranguren MI. Conocimientos, actitudes y prácticas sobre tuberculosis en trabajadores de la salud en una institución de salud de Bogotá, Colombia. Duazary. 2023;20(3):176-187. https://doi.org/10.21676/2389783X.5033
Recibido en febrero 06 de 2023
Aceptado en septiembre 21 de 2023
Publicado en línea en septiembre 25 de 2023
Introducción: a pesar de los avances científicos la tuberculosis se mantiene en el escenario epidemiológico mundial y nacional. Objetivo: describir los conocimientos, actitudes y prácticas sobre tuberculosis en trabajadores de la salud antes y después de una intervención educativa en una institución de salud en Bogotá. Método: se desarrolló un estudio cuasiexperimental con grupo control y grupo experimental con medición antes y después de una intervención educativa entre octubre del 2021 y marzo del 2022. Se utilizó un instrumento previamente validado para medir los conocimientos, actitudes y prácticas de la tuberculosis. Resultados: este estudio demostró post intervención, conocimientos adecuados en temáticas como: transmisión de la enfermedad, tratamiento y medidas de aislamiento. A nivel de las actitudes, se evidenció una falsa percepción de seguridad frente a la enfermedad por parte del trabajador de la salud. Finalmente, algunas prácticas posteriores a la intervención mejoraron en términos de la búsqueda de sintomáticos respiratorios, separación de pacientes con tos y uso de elementos de protección personal. Conclusiones: las intervenciones educativas en trabajadores de la salud son fundamentales para mejorar los conocimientos, actitudes y prácticas sobre tuberculosis, en beneficio de los trabajadores y los pacientes, contribuyendo a disminuir la transmisión de la enfermedad.
Introduction: Despite scientific advances, tuberculosis remains on the global and national epidemiological stage. Objective: To describe the knowledge, attitudes and practices about tuberculosis in health workers before and after an educational intervention in a health institution in Bogotá. Method: A quasi-experimental study was developed with a control group and an experimental group with measurement before and after an educational intervention between October 2021 and March 2022. A previously validated instrument was used to measure knowledge, attitudes and practices of tuberculosis. Results: This study demonstrated, post intervention, adequate knowledge on topics such as: disease transmission, treatment and isolation measures. At the level of attitudes, a false perception of safety against the disease on the part of the health worker was evident. Finally, some practices after the intervention improved in terms of the search for respiratory symptoms, separation of patients with cough and use of personal protection elements. Conclusions: Educational interventions in health workers are essential to improve knowledge, attitudes and practices about tuberculosis, for the benefit of workers and patients, contributing to reducing the transmission of the disease.
Se reconoce el surgimiento de nuevos fármacos y avances diagnósticos para el control de la tuberculosis, sin embargo, la enfermedad persiste en el perfil epidemiológico mundial y nacional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó en el 2021 que 10,6 millones de personas habían enfermado, de las cuales murieron 1,6 millones1. Los trabajadores de la salud continúan siendo susceptibles a la tuberculosis, en el 2019 se notificaron 22,314 en el mundo, dato que se ha relacionado con subregistro1.
La tuberculosis en trabajadores de la salud en Colombia es una realidad, por ejemplo, en el año 2019, se reportaron 233 casos de los cuales los auxiliares de enfermería, el personal médico y los enfermeros, aportando el 76% y se han reportado fallecimientos de trabajadores de la salud por tuberculosis2.
Teniendo en cuenta lo anterior, trabajadores de la salud son vulnerables frente a la tuberculosis, reportándose un riesgo tres veces mayor que la población general de contraer tuberculosis3. Los factores de riesgo que influyen y aumentan la vulnerabilidad frente a la tuberculosis dependen de las condiciones de trabajo intralaborales, extralaborales e individuales de cada trabajador4. Algunos de los factores más relacionados con la transmisión son: la inadecuada implementación de medidas de control de infecciones de tuberculosis, el tiempo de exposición y el área de trabajo5. Sumado a lo anterior, la inestabilidad laboral, brechas salariales, subempleo, sobrecarga física y mental. Finalmente, a nivel personal influyen la edad, el género, la ocupación, el estado de salud y los conocimientos, actitudes y prácticas6.
Igualmente, los conocimientos, actitudes y prácticas de los trabajadores de la salud sobre la tuberculosis se han reportado como bajos e intermedios en investigaciones desarrolladas previamente7, como se demostró en un estudio Colombiano que encontró un bajo nivel de conocimientos en el manejo programático de la tuberculosis8. Estos conocimientos limitados sumado al estigma, creencias negativas y prácticas inadecuadas en salud, se han relacionado directamente con la implementación deficiente de las medidas de control de infección, que contribuye a la exposición y en la transmisión de la enfermedad a los trabajadores de la salud9.
En un estudio evaluativo de intervención, realizado previamente en una institución hospitalaria de la ciudad de Bogotá, en donde participaron 216 trabajadores de la salud, se verificó un incremento en los conocimientos y prácticas de las medidas de control de infección a tuberculosis en temáticas como: la PPD (prueba cutánea de tuberculina), la captación de sintomáticos respiratorios, ventilación natural cruzada, ventilación mecánica, mascarilla de alta eficiencia N95, todas mostraron significancia (p < 0,05)10.
En este sentido, los bajos conocimientos en tuberculosis, sumado a la falta de procesos de inducción y una limitada financiación de los programas de tuberculosis conlleva a la perpetuación de esta problemática en los escenarios laborales11,12. Teniendo en cuenta lo anterior, esta investigación desarrolló un estudio cuasiexperimental con el objetivo de describir los conocimientos, actitudes y prácticas sobre tuberculosis de los trabajadores de la salud antes y después de una intervención educativa en una institución de salud en la ciudad de Bogotá.
Estudio cuasiexperimental con grupo de intervención y grupo control, con medición pre y postest después de una intervención educativa desarrollado entre octubre del 2021 y marzo del 2022. Se midieron las variables dependientes con el instrumento de conocimientos, actitudes y prácticas en tuberculosis, previamente validado por el grupo de investigación Salud y Cuidado de los Colectivos a trabajadores de la salud de una institución de salud de la ciudad de Bogotá.
Para la estimación del tamaño de muestra, en la evaluación de la hipótesis del aumento de conocimientos en promedio de tuberculosis por la intervención de estrategia educativa, se tomó como base el estudio anterior en trabajadores de un hospital, con un promedio de conocimiento en tuberculosis de 66,4±26,3%, esperando un efecto de aumento mínimo de 10% en promedio por la intervención educativa, con una confiabilidad del 95% y un poder del 90%, con una relación 1:1, el tamaño de muestra seleccionada fue de 171:171
Los criterios de inclusión de los participantes fueron: ser trabajador de la salud de planta o por prestación de servicios, tener acceso a internet y un teléfono inteligente o computadora; aceptar participar de forma voluntaria de una institución de salud de tercer nivel de atención de la ciudad de Bogotá. Por otro lado, los criterios de exclusión fueron: trabajadores de la salud que manejaban el programa de tuberculosis en la institución; haber recibido capacitación durante el tiempo del estudio; y haber padecido tuberculosis.
Se recopilaron datos sociodemográficos y se utilizó el Instrumento Conocimientos, Actitudes y Prácticas sobre tuberculosis para trabajadores de la salud. El Instrumento cuenta con tres dimensiones: conocimientos, actitudes y prácticas, y 40 ítems. La validación de contenido alcanzó un Índice de Validez de Contenido Global de 0,96. La validación de apariencia demostró la comprensibilidad de los ítems en un 84% (n = 37).
Tras la selección de la muestra y la invitación a los participantes se realizó la recopilación de los datos. El equipo de investigación además contó con dos auxiliares de investigación previamente entrenadas para la recolección y tabulación de la información en la fase de trabajo de campo.
Se realizó una intervención educativa virtual, con el uso de herramientas de Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC), basada en la plataforma Moodle de la Universidad Nacional de Colombia, para la creación del curso virtual se inició con la revisión de la literatura científica y selección del contenido del curso, seguidamente, se realizó la validación de contenido del ambiente virtual (11 Objetos Virtuales de Aprendizaje) con expertos temáticos, programáticos y metodológicos. Posterior al paso anterior, se diagramaron los contenidos de las temáticas en la plataforma Moodle, donde se realizaron pruebas de funcionalidad antes de su publicación final.
La intervención educativa virtual tuvo una duración promedio de 40 horas, autodirigida por el trabajador de la salud, conformada por tres módulos (generalidades de la tuberculosis, control de infecciones y aspectos programáticos). El tiempo máximo para finalizar el curso fue de cuatro semanas, con un pretest y un postest.
Se realizó un análisis descriptivo de variables cualitativas con frecuencias absolutas y porcentajes y en las cuantitativas con medidas de tendencia central y dispersión, previamente se evaluó la normalidad con el test de Kolmogorov‑Smirnov y Shapiro‑Wilk, cuando tenía normalidad se utilizó el promedio y la desviación estándar o la mediana y rango en distribuciones diferentes a normal.
En la comparación entre antes (línea base) entre el grupo de intervención y el grupo control en las variables cualitativas dicotómicas se utilizó la prueba de diferencias de proporciones Ji‑cuadrado de Pearson o el test exacto de Fisher (2×2) o razón de verosimilitud exacto (valores esperados < 5) y en las variables cualitativas ordinales (escala Likert) la prueba de Mann‑Whitney‑Wilcoxon a dos colas. En la evaluación post intervención en las variables cualitativas dicotómicas se utilizó el test exacto de Fisher (2×2) o razón de verosimilitud exacto a una cola (valores esperados < 5) y en las variables cualitativas ordinales (escala Likert) la prueba de Mann‑Whitney‑Wilcoxon a una cola.
Este estudio tuvo en cuenta la Resolución 8430 de 1993 del Ministerio de Salud de Colombia donde se clasifica la investigación con riesgo mínimo debido al alcance del proyecto. Además, se siguieron las pautas éticas internacionales para la investigación en seres humanos establecidas en el Código de Nuremberg y la Declaración de Helsinki. En ese sentido, se respetaron los principios éticos de beneficencia, no maleficiencia, justicia, autonomía y veracidad a cada uno de los participantes. El proyecto de investigación fue aprobado por el comité de ética de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia y el comité de ética de la Secretaría Distrital de Salud. Finalmente, todos los participantes firmaron voluntariamente el consentimiento informado antes de ingresar al estudio.
Participaron en este estudio 341 (171 en grupo de intervención y 170 en el grupo control) trabajadores de la salud. Las características sociodemográficas evidenciaron una población adulta joven con una edad promedio de 38.4 ± 11.2 años (med = 38.0 años), principalmente mujeres (79,8 %), solteras (55,7 %) y con nivel educativo técnico (46,3 %). Las ocupaciones más frecuentes fueron auxiliares de enfermería (45,2 %), enfermeros (22,6 %) y médicos (13,8 %), se destaca que más del 59,2 % de los trabajadores tenían contratos por orden de prestación de servicios.
En relación con los conocimientos en tuberculosis, posterior a la intervención educativa se encontró que referente al agente causal de la tuberculosis alcanzo el 97,7% de respuestas correctas, y el 87,7% de respuestas válidas para pregunta de si el Mycobacterium tuberculosis es sensible al calor y la luz solar; en relación a si la mascarilla quirúrgica debe utilizarla el paciente los primeros días de tratamiento se obtuvo el 75,4% de respuestas correctas; los demás items de conocimientos, la comparación con el grupo control, y la significancia se presentan a continuación (Tabla 1).
En la escala general de conocimientos sobre TB, se encontró diferencia significativa, siendo mayor el grupo de intervención (86,2±8,2%, med=86,0) que en el grupo control (76,6±10,8 med=76,4) (p=0,001, Test de Mann Whitney-Wilcoxon). En 28 de los 43 ítems de conocimientos se encontró un aumento significativo en el grupo de intervención en comparación con el grupo control. En las diferencias de la escala de conocimientos de TB (post-pre), se encontró diferencia significativa, mayor en el grupo de intervención (5,7±8,5 med=4,7 p<0,001).
La evaluación de las actitudes posterior a la intervención identificó que los trabajadores de la salud casi nunca se sienten en riesgo de infectarse con tuberculosis 67,3%, igualmente manifiestan que no han sentido miedo de enfermarse por tuberculosis 79,5%. Por otro lado, refieren que, si se enfermara con tuberculosis, informaría a compañeros de trabajo siempre 87,7%, familiares 91,8%, a amigos 79,5%. Las comparaciones entre grupo intervención y control, y significancia estadística se presentan a continuación (Tabla 2).
Frente a las prácticas sobre la tuberculosis en el grupo de intervención, se encontró que solo el 31,6%, siempre realiza la búsqueda activa de sintomáticos respiratorios, adicionalmente solo el 22,8% realizan solicitud de la baciloscopia seriada de esputo a un paciente con síntomas respiratorios. Por otro lado, en relación con la separación de pacientes con tos, de otros usuarios, esta práctica solo la realiza siempre, el 40,9% de los trabajadores. En relación con el uso del respirador N95 cuando está en contacto con un paciente recién diagnosticado de tuberculosis, el 93,6% manifestaron realizarlo siempre, y frente al ofrecer la mascarilla quirúrgica al paciente recién diagnosticado con tuberculosis el 60,8% menciono realizar esta práctica siempre. Las comparaciones con el grupo control y la significancia estadística se presentan a continuación (Tabla 3).
Los resultados de este estudio demostraron fortalecimiento de los conocimientos después de la intervención educativa en temáticas como: transmisión de la enfermedad, tratamiento y medidas de aislamiento; sin embargo, aún continúan siendo bajos los conocimientos relacionados con el uso de los elementos de protección personal. A nivel de las actitudes, se encontró baja percepción del riesgo frente a la enfermedad, además, hubo manifestación de redes de apoyo laboral, familiar y de amigos. Finalmente, las prácticas referidas fueron correctas en términos de la búsqueda de sintomáticos respiratorios, separación de pacientes con tos y uso de elementos de protección personal.
Estos resultados son comparables con estudios que han medido los conocimientos, actitudes y prácticas en los trabajadores de la salud en diferentes países. En términos de la primera dimensión, Vigenschow et al13, demostró que existía en general un conocimiento intermedio (40,8%), bueno (28,2%) y pobre (21,4%) en el personal entrevistado. Otra investigación en Afganistán identificó buenos conocimientos en el 87,7% de sus trabajadores participantes y actitudes positivas en un 96,7%14.
Sin embargo, se han encontrado investigaciones donde los conocimientos son bajos, principalmente, en países de alta carga de la enfermedad15-18. Algunos de los vacíos en los conocimientos son en la etiología de la enfermedad, la transmisión y la prevención del contagio, factores de riesgo, signos y síntomas y tuberculosis infantil15,18,19.
Por otro lado, los factores que influyen son el nivel educativo, experiencia laboral, tipo de establecimiento de salud, formación previa en tuberculosis, y tener un familiar con tuberculosis 13,16,20.
Teniendo en cuenta los bajos conocimientos sobre la tuberculosis de los trabajadores de la salud, las investigaciones han diseñado e implementado intervenciones educativas virtuales (sincrónicas y asincrónicas) y presenciales que han obtenido resultados similares al estudio actual. Wang et al20, diseñaron un estudio cuasiexperimental con una intervención educativa virtual en comparación con la educación presencial en China. El aprendizaje asincrónico mejoró significativamente los conocimientos del personal médico en comparación con la educación presencial. Este estudio asoció los conocimientos de alta calidad adquiridos con cambios positivos comportamental de los trabajadores21. En el presente estudio los resultados relacionados con la etiología y el mecanismo de trasmisión mejoraron después de la intervención realizada.
De la misma manera, Ancy et al22 demostraron la efectividad de una intervención educativa virtual en el aumento de los conocimientos sobre tuberculosis en el personal de salud utilizando como herramienta WhatsApp. Las temáticas con mejores puntajes después de la intervención fueron signos y síntomas, tuberculosis resistente, diagnóstico y tratamiento. Este estudio difiere de la investigación actual en relación con la estrategia educativa utilizada, la cual fue una red social, sin embargo, los resultados demostraron la efectividad del aprendizaje virtual.
Los beneficios de la educación virtual son la costo-efectividad de los programas, mejor y más actualizado contenido y horarios de trabajo flexible23,24. Por otro lado, algunas limitaciones frente a la educación virtual son: insatisfacción en el aprendizaje por falta de interacción física con los docentes, hardware y software insuficientes, poco apoyo organizacional, falta de incentivos para la educación continua, acceso limitado a internet, tiempo limitado, y alfabetización tecnológica insuficiente23,25.
De la misma manera, se identificó que las poblaciones que prefieren la educación virtual son las mujeres y las personas menores de 40 años. Algunas de las modalidades preferidas por los participantes en estudios de intervención virtual son los foros, estudios de casos y el aprendizaje al propio ritmo25.
Por otro lado, a nivel de las actitudes, la falta de percepción del riesgo identificada en este estudio es una problemática debido a la falsa percepción de seguridad que algunos trabajadores de la salud expresan. Este resultado difiere de otras investigaciones donde los trabajadores manifestaron sentir miedo de contraer la enfermedad y debido a esto incurrieron en actitudes estigmatizantes13,16,17,19. Este sentimiento se relacionó con la gravedad de la tuberculosis activa, la transmisión de la enfermedad a los familiares cercanos y el tiempo prolongado del tratamiento y sus efectos adversos13. En relación con las actitudes en el presente estudio, la mayoría de los trabajadores refiere, por ejemplo, en el caso de un compañero de trabajo sea diagnosticado con la tuberculosis activa, la mayoría respondió que lo apoyaría.
Algunas de las actitudes estigmatizantes frente a los pacientes con tuberculosis son la baja compasión y deseo de ayuda a las personas con tuberculosis15,16.
En el presente estudio las prácticas adecuadas, como la separación de pacientes con tos, la búsqueda de sintomáticos respiratorios y el uso correcto de EPP por parte de pacientes y trabajadores, al igual que en esta investigación, se ha reportado en otros trabajadores del mundo. Por ejemplo, un estudio de corte con 93 trabajadores de la salud, afirman que el 48,5% de los participantes separan a los pacientes sintomáticos respiratorios, el 54,4% sabe usar respirador cuando atiende a un paciente con tuberculosis y el 53,4% ofrece mascarillas quirúrgicas a pacientes infecciosos13. En la misma línea, otra investigación reportó que el 76,5% de los trabajadores siempre abren las ventanas de la sala de espera de pacientes con tos, y el 74,5 siempre educa sobre la ética de la tos20.
La literatura científica hace evidente un vacío en las intervenciones educativas que tengan efecto sobre las actitudes y prácticas. Sin embargo, en pacientes con tuberculosis se han medido las actitudes y prácticas posterior al desarrollo de programas educativos, demostrando que la educación en salud puede aumentar de forma significativa las actitudes positivas, disminuyendo el estigma y los sentimientos negativos frente a la enfermedad en los pacientes y familiares26.
En términos de las prácticas, se relaciona el aumento de los conocimientos con el desarrollo de prácticas preventivas y de control frente a la tuberculosis, con un alto nivel de conciencia frente a la transmisión de la enfermedad, la adherencia al tratamiento y las medidas de control de infecciones en el hogar26. En los trabajadores se evidenció que los buenos conocimientos sobre tuberculosis son directamente proporcionales al aumento de la calidad de la atención de los pacientes, disminución de la transmisión nosocomial, implementación adecuada de las medidas de control personal y menor estigma frente a las personas con tuberculosis13,16,17.
En los resultados obtenidos en la investigación, las prácticas adecuadas, se relacionaron con adecuado conocimiento por parte de los trabajadores de la salud, sobre la enfermedad, sin embargo se encontró que los conocimientos relacionados con el uso adecuado de elementos de protección personal como: el uso los respiradores de alta eficiencia, el uso de las mascarillas quirúrgicas; requieren fortalecerse con otro tipo de metodologías de educación, ya que persisten practicas erróneas, que aumentan el riesgo de la transmisión del Mycobacterium tuberculosis a los trabajadores de la salud.
Teniendo en cuenta lo anterior, los profesionales de salud tienen un rol relevante en la sociedad y en los sistemas de salud, ya que ayudan a promover la salud, prevenir la enfermedad, acompañar los procesos del ciclo vital, en los diferentes entornos: individuales, familiares y comunitarios27. En ese sentido, las actividades desarrolladas por el personal de salud deben tener un valor social alto, acompañado de condiciones de trabajo dignas que permitan el desarrollo de la tarea de forma adecuada mejorando así la calidad de los servicios, el cuidado de los pacientes y el autocuidado del trabajador28.
De esta manera, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos al igual que la OMS, recomiendan la capacitación y educación sobre tuberculosis mínimo una vez al año29,30. Se ha demostrado los beneficios de la educación continua al personal en resultados como: diagnóstico oportuno, tratamiento exitoso, medidas de control de infección implementadas adecuadamente y mejor calidad de la atención a los pacientes31.
Es importante resaltar, que la educación debe ser continua y permanente, algunos estudios han demostrado que los conocimientos de los trabajadores capacitados sobre tuberculosis aumentan inmediatamente después de la intervención, pero disminuyen progresivamente con el tiempo32. En ese sentido, los conocimientos al año de la capacitación pueden disminuir hasta un 50% en comparación con la medición post test inmediatamente después, lo que exige a las instituciones seguimiento y actualización constante. Por el contrario, algunos factores que favorecen el mantenimiento de los conocimientos son los años de experiencia laboral y la asistencia a cursos de formación mínimo cada seis meses32.
Dentro de las fortalezas del estudio, se encuentra que la evaluación de los conocimientos, actitudes y prácticas en tuberculosis servirá para orientar investigaciones futuras en la temática de estudio, como se pudo observar, aún persisten conocimientos inadecuados frente a la enfermedad, al igual que actitudes y prácticas erróneas, las cuales pueden estar contribuyendo a un inadecuado control de la enfermedad.
Las limitaciones encontradas en la investigación, por un lado fue la falta de conocimiento acerca del acceso a la herramienta TIC, donde algunos trabajadores de la salud manifestaban no tener conocimiento sobre el acceso a plataformas virtuales como Moodle, por otro lado algunos trabajadores manifestaron dificultades para la conexión a internet para desarrollar el curso virtual, y finalmente, como se desarrolló en tiempo de la pandemia por COVID-19, algunos trabajadores mencionaron tener sobrecarga laboral y poco tiempo para ingresar a la plataforma virtual. Igualmente, algunas prácticas no mejoraron con la intervención, lo que invita a revisar estrategias adicionales en las intervenciones y lógicamente para futuros proyectos realizar ajustes metodológicos con relación a las prácticas, ya que de acuerdo a varios autores la modificación de estas exige más tiempo y acciones estructuradas.
Se destaca la importancia social de los trabajadores de la salud, por tanto, es necesario continuar con el diseño y ejecución de intervenciones educativas para estos trabajadores, fundamentados en estrategias multimodales que puedan contribuir a fortalecer los conocimientos, actitudes y prácticas adecuadas.
En conclusión, se encontró un aumento significativo de los conocimientos en el grupo de intervención en comparación con el grupo control en gran proporción de ítems evaluados. Los conocimientos adecuados pueden contribuir en actitudes positivas y prácticas correctas, por otro lado, es importante la implementación de estrategias educativas, programas de intervención multimodales para trabajadores de la salud en tuberculosis, ya que trabajadores entrenados darán mejores resultados en salud promoviendo el autocuidado y el cuidado de las personas afectadas por esta enfermedad y sus familias.
Agradecimientos a las entidades financiadoras de este proyecto: Ministerio de Ciencia Tecnología e innovación, contrato 444 de 2020, código: 110184467610, y a la Universidad Nacional de Colombia por el apoyo en la ejecución de la investigación.
Los autores manifiestan no tener conflicto de interés en el artículo presentado.
Primer autor: Dirección de la investigación, apoyo en el análisis, revisión y edición del artículo.
Segundo autor: Coinvestigador, apoyo en el análisis, revisión y edición del artículo.
Tercer autor: Coinvestigador, apoyo en el análisis, revisión y edición del artículo.
Cuarto autor: Coinvestigador, apoyo en el análisis, revisión y edición del artículo.