Carta al editor
Daniel Velandia Díaz*
En mi interés por conocer el mundo de las imprentas (Velandia Díaz, 2019) me encontré con evidencias fílmicas concretas. Aquí me gustaría presentar cinco «lugares comunes» que representan a las imprentas en general. Las imágenes que obtenemos de las imprentas a través de la industria cultural del cine sugieren asuntos que presentan las prácticas más conocidas popularmente.
Primero, cuando las imprentas aparecen en algunas películas, lo hacen de forma momentánea. En varias producciones se expone una escena fugaz que muestra la circulación de papeles impresos de forma automática y rápida, casi siempre sin la intervención humana. Estas escenas ilustran la reproducción impresa de algún periódico para dar cuenta de la publicación de un hecho noticioso importante para la película; o muestran la impresión de billetes, que por lo general preceden una reflexión sobre la banca o la escena de un robo.
La escenificación de las imprentas de periódicos puede verse en los primeros minutos de uno de los clásicos más importantes de Hollywood: Ciudadano Kane1. En esta película aparecen los periódicos plegados entre cuerdas y mecanismos de rodillos que los suben rápidamente, mientras siguen una línea de producción. Por algunos momentos, se aprecia la impresión de las páginas del diario en rotativas de gran velocidad, grupos de periódicos atados con lazos dispuestos a la distribución, y se escuchan los sonidos de las máquinas.
Título original: Citizen Kane; fue estrenada en 1941, dirigida y protagonizada por Orson Welles, producida por Mercury Productions y Radio-Keith-Orpheum Pictures.
La imagen momentánea que se proyecta de las imprentas concretas apoya como un telón de fondo el contenido mismo de la película (la biografía de un empresario de la prensa escrita). Esta imagen también sirve como metáfora de la eficiencia de la impresión mecánica y de la velocidad de la productividad alcanzada en el siglo XX. A pesar de la existencia posible de innumerables películas y escenas relacionadas con las imprentas durante más de un siglo de actividades cinematográficas, me centraré ahora en algunos filmes producidos en los últimos años.
Películas recientes permiten analizar particularidades de las representaciones contemporáneas e incorporar los aspectos actuales de las tecnologías digitales. Un segundo aspecto es el despliegue técnico que se puede apreciar en la confección de libros. Además de la velocidad y la eficiencia mecánica en la impresión, en la película El escritor fantasma2 la exhibición de la fabricación de libros incluye el seguimiento continuo de la cámara a los papeles en su trayecto hasta convertirse en producto final.
Durante veinte segundos se aprecia cómo entre rodillos en movimiento pasan hojas de papel para ser encuadernadas y agrupadas en el bloque de páginas que da unidad a cada ejemplar. Estos bloques caen en una banda transportadora y se muestra cómo continúan los libros su camino para ser pegados por el lomo. Luego se ve la impresión de la portada del libro, el plegado automático de la misma para ser colocada a los bloques
Título original: The ghost writer; fue estrenada en 2010, dirigida y producida por Roman Polanski.
de papel, y una banda que dirige los libros terminados a través de una bandeja de salida. Finalmente, en otro dispositivo de rodillos móviles los libros son apilados para su empaque.
El desarrollo y la incorporación de tecnología automatizada para la ejecución de procesos, como la encuadernación, son presentados como el recurso para la publicación contemporánea de ediciones importantes, tal como lo es el libro biográfico del personaje político central de la película. Durante la escena de imprenta, lo más relevante es mostrar la publicación concreta y la calidad de su fabricación. Igualmente, este proceso de confección de libros se presenta como completamente automático y se prescinde de las personas que lo hacen posible.
Una reflexión sobre el rol cultural de lo impreso, con una presencia menos destacada de las tecnologías, se encuentra en El libro de Eli3. En las escenas finales de esta película se muestra la búsqueda por acopiar, después de una catástrofe en un contexto postapocalíptico, aquellas obras intelectuales, musicales y literarias, perdidas en medio de la guerra. De primer orden en la trama de la película, se encuentra la publicación de la «Sagrada Biblia en la versión del Rey James impreso por Alcatraz Press», aquí la imprenta se presenta como el gran medio para lograr la recuperación de la cultura de la civilización occidental.
Este tercer aspecto fomenta una imagen generalizada y a la vez un poco romántica de los libros como depositarios de la (alta) cultura escrita; paradójicamente, sabemos que la imprenta «desestabiliza el conocimiento o lo que se pensaba que era el conocimiento, al potenciar la conciencia de los lectores acerca de la existencia de relatos e interpretaciones en conflicto» (Briggs y Burke 2002, p. 83). No obstante, esta película también muestra el trabajo tipográfico en el contexto de un taller humanizado; particularmente, la imprenta se ejemplifica con la imagen de una impresora tipográfica Heidelberg automática (también conocida como molino de viento —
Título original: The book of Eli; fue estrenada en 2009, dirigida por los hermanos Hughes y producida por Alcon Film Fund. LLC.
Título original: Die Fälscher; fue estrenada en 2006, dirigida por Stefan Ruzowitzky y producida por Aichholzer Film y Magnolia Filmproduktion GmbH.
windmill en inglés— o pinza en Bogotá, Colombia), que requiere del trabajo de un operario.
Un cuarto aspecto que las películas muestran es el taller tipográfico como un espacio de trabajo de hombres al servicio de lograr una impresión. En Los falsificadores4, durante la mayor parte de la película se pueden conocer las exigencias de lograr una excelente impresión y duplicación de la moneda inglesa. Además de una trama histórica basada en hechos de la segunda guerra mundial, la imprenta se presenta como el lugar donde se ponen a prueba las destrezas de pocos hombres para lograr impresiones perfectas.
De la misma forma, el taller de imprenta aparece con detalles tales como mesas de dibujo, molinos de papel, sacapruebas, chibaletes e imprentas manuales. Si bien el centro de atención de buena parte de la película es el hecho de la falsificación en el contexto de la guerra, para la audiencia es posible comprender el esfuerzo empleado para crear imágenes e impresos de acuerdo con un producto esperado. Sin la pretensión de hacer una crítica de cine ilustrada y tomando en cuenta únicamente el tema del trabajo de falsificación que muestra la película, se podría comentar que esta cinta muestra el interior de una imprenta desde el punto de vista de la explotación del trabajo.
Un aspecto final que aparece en las películas, y que he hallado con referencias explícitas a la imprenta, es la ubicación marginal de algunos talleres dedicados a la tipografía, tanto en el espacio de la ciudad como respecto a las tecnologías de punta del siglo XXI. En la película Siete almas5 se muestra un taller semiabandonado instalado en el garaje de una casa estadounidense ubicada en un suburbio. Algunas escenas dejan en claro que hay dificultades para poner en funcionamiento un taller tipográfico ya que hay máquinas dañadas.
En la película también hay alusiones que señalan que las tecnologías digitales desplazaron a la tipografía como técnica «tradicional» para manipular el papel mediante presión, transferencia directa de la tinta y empleo de
Título original: Seven Pounds; fue estrenada en 2008, dirigida por Gabrielle Muccino y producida por Columbia Pictures.
tipos móviles, específicamente en la actualidad en los Estados Unidos de Norteamérica. Sin embargo, una máquina Heidelberg de 1956, idéntica a la que aparece en El libro de Eli, es reparada y se hacen algunas pocas impresiones que sirven a los protagonistas para evocar de forma romántica la confección tipográfica. Al parecer, la reparación de la imprenta se usa como metáfora de la superación de las dificultades vividas por los personajes (invito a cada lector, lectora, observador y observadora a proponer su propia interpretación al respecto).
En esta película se muestra que la impresión tipográfica, basada en la presión de moldes sobre el papel, entró en competencia con la tecnología digital. Como resultado, la tipografía se convierte en una actividad relegada y en desuso. La tecnología y el estilo de las impresiones tipográficas sufren obsolescencia y su empleo solo puede sobrevivir por razones distintas a la divulgación de imágenes impresas.
En conjunto, la industria del cine hace alusión a la imprenta con énfasis en los aspectos siguientes: la productividad mecánica, la calidad mediante la automatización, la cultura (culta), la destreza para el trabajo y el rezago del arte tipográfico frente a las tecnologías digitales. Tanto la imagen de la impresión continua de periódicos o libros en las maquinarias automáticas casi gigantescas sin operario, como el taller de falsificación o el garaje abandonado, son imágenes que se ofrecen a los espectadores, con la certeza de que estos no están, ni estarán en un futuro, completamente familiarizados con estas realidades. Una minoría tiene la propiedad y el poder de la industria editorial sofisticada, mientras pocas personas producen impresos de oficio y lo hacen de forma marginada (Horkheimer y Adorno 1998).
Los acontecimientos relatados en estas películas suceden en diferentes tiempos históricos, tienen lugar en los Estados Unidos de Norteamérica, el Reino Unido y Alemania, que son lugares en los que es posible equiparar la imprenta con la gran industria editorial y de impresos. De la misma forma, las imágenes que aparecen en las películas reseñadas no controvierten deliberadamente
las relaciones de poder inmersas en el funcionamiento de la producción y reproducción impresa y escrita. Ciudadano Kane, El escritor fantasma, El libro de Eli, Los falsificadores y Siete almas hacen una modesta reflexión sobre la industria ya existente de la imprenta. Estas películas no contemplan la historia de propagación de la imprenta, las transformaciones ocurridas en la organización del trabajo o en la percepción de los impresos, y tampoco consideran las implicaciones locales de la producción. Claro está, las películas cumplen con la presentación de una trama y logran entretener a los/as espectadores/as interesados/as.
En definitiva, quiero plantear que se han presentado algunas imágenes paradigmáticas de la imprenta en el cine y que estas imágenes generan un efecto particular en el público. Este efecto ocurre a través de la selección de los contenidos, la presentación de imágenes secundarias y la elaboración de un cuadro de fondo en el que se mueven ciertos acontecimientos. La puesta en común de pequeños fragmentos de la producción en los talleres de la imprenta parece ser, paradójicamente, un espectáculo de lo invisible.
Agradecimientos
Debo la motivación, el apoyo y mi gratitud a las trabajadoras y trabajadores de la imprenta que han acompañado y compartido el esclarecimiento de mis inquietudes.
Referencias
Briggs, A. y Burke, P. (2002). De Gutenberg a internet, una historia social de los medios de comunicación. Taurus.
Horkheimer, M. y Adorno, T. W. (1998). [1969]. Dialéctica de la ilustración, fragmentos filosóficos. Trotta.
Velandia Díaz, D. (2019). Imprentas en la era neoliberal, biografía colectiva del trabajo en las artes gráficas en Bogotá. Editorial Universidad Nacional de Colombia.